Preparación de suelos de piedra natural y artificial
Tanto si se trata de una impregnación a base de agua, de disolventes o de nanopartículas, estaremos encantados de asesorarle sobre la impregnación más adecuada para su suelo.
Impregnar
Los suelos de piedra natural están expuestos diariamente a una gran variedad de tensiones. Los mayores enemigos de la piedra natural son el ácido, los aceites, la grasa y la humedad. Con una impregnación especialmente adaptada a su piedra natural, le ofrecemos la protección adecuada contra numerosos agentes dañinos.
La impregnación también puede influir en el aspecto de la piedra. Puede elegir entre brillante, mate, transparente o intensificador del color. Sólo utilizamos fabricantes reputados y de alta calidad, lo que significa que podemos garantizar una protección duradera y eficaz.
Las impregnaciones reducen el comportamiento de la suciedad y mejoran la facilidad de limpieza de su piedra, pero no ofrecen una protección completa contra las manchas. Se requiere una superficie limpia y seca. Por regla general, la piedra se limpia antes de la impregnación.
Importante para cualquier impregnación: Su suelo debe tener un contenido máximo de humedad residual de alrededor del 3%.
Durante la impregnación, el ingrediente activo para proteger el suelo penetra en él, haciendo que la superficie repela la suciedad y la humedad, pero sigue siendo transpirable. Las impregnaciones son igualmente adecuadas para interiores y exteriores.
La impregnación desaparece con el tiempo. Es aconsejable renovar la impregnación cada pocos años, o anualmente en caso de uso muy intenso.
Impregnación del granito
La impregnación concienzuda del granito es compleja, ya que hay que realizar profesionalmente varios pasos uno tras otro. Además, se utilizan agentes especiales -limpiadores alcalinos, por ejemplo, o incluso ácidos, dependiendo de la piedra- con los que primero se limpia a fondo el granito.
A continuación, debe dejarse secar la piedra, ya que el agente impregnante sólo puede aplicarse cuando el contenido de humedad residual se sitúa en torno al 3%.
Los charcos deben evitarse a toda costa. Una aplicación uniforme es esencial para obtener resultados óptimos. A menudo tiene sentido utilizar un sellador especial, por ejemplo para las encimeras de las cocinas.
Tras este proceso, el granito debe secarse durante varias horas. Si este trabajo se ha realizado con cuidado, la impregnación protegerá el granito durante unos cinco años.